Joana sube a jugar a la azotea de su casa. Y mientras observa las nubes piensa que hace días que no ve a su abuela y se pregunta a dónde habrá ido. Su madre, para contar la desaparición de la abuela, le habla de la historia de Jojó, una vaca que como su abuela, también se hizo mayor y también desapareció. La niña y la madre se adentran en la granja de Jojó, ya partir de esta vaca y de los animales que conviven con ella, la niña obtendrá algunas claves para entender mejor la vejez y el ciclo de la vida.
Jojó es una vaca muy sabia porque ha tenido una vida llena de aventuras. Así que todos los animales de la granja, cuando les surge algún problema, acuden a ella para pedirle consejos. Y Jojó, como buena asesora y partiendo de sus experiencias, les ayuda. Pero Jojó, con los años, no sólo ha ganado sabiduría. También se ha hecho mayor. Y poco a poco ha ido perdiendo partes: primero la mancha, entonces, la cola, las ubres, los cuernos. A partir de estas pérdidas, Jojó irá comprendiendo la transformación, el paso de los años, el ciclo de la vida. Hasta desaparecer, pero dejando impronta en las cosas y en los animales que han formado parte de su día a día.