Creo que junto a la sexualidad el otro gran tabú de la infancia es la muerte. El primero se suele superar pasada la adolescencia mientras el segundo perdura y evoluciona durante toda la vida. Hay muy pocos niños que no hayan afrontado a la pérdida de un abuelo o una abuela, aun algunos deben afrontar penas mayores.

Un padre acostumbra a tener cierta dificultad a la hora de hablar de sexo con su hijo aunque esto esté cambiando generación tras generación. En cambio es mucho más dificil explicar que por la misma razón que nacemos, morimos.

Este tópico es muy poco tratado en el teatro infantil, más propenso a aventuras y a canciones pegadizas para recordar los colores. Por esta razón quiero compartir la rompedora propuesta llevada a cabo por Inspira Teatre en su obra "El Cel de la Jojó" y que se podrá ver proximamente en el Poliorama de Barcelona.

Una madre explica con un cuento porque su abuela, quien hacía tan bien las croquetas, ya no vive con ellas. Jojó es una vaca mayor quien igual que nuestros abuelos juegan un papel que solo el tiempo se encarga de otorgar: ser la portavoz de la experiencia. Por esa razón varias personas le piden consejo. Pero ella poco a poco empieza a sentir el estrago de los años y va perdiendo sus facultades física hasta afrontar su último viaje con una gran dignidad.

Solo dos actrices se encargan de escenificar una amplio abanico de personajes y para ello emplean un sinfín de técnicas como el músical, los disfraces, decorados muy elaborados, marionetas, sombras chinas, efectos sonoros, la participación del público,... todo ello con grandes dosis de humor y ternura.

Igual que el libro 'el Principito' calificaría esta obra infantil apta para todos los públicos, cuya interpretación variara dependiendo de la situación y de la edad de la persona.

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